Tal vez el concepto de gamificación, también conocido como ludificación, no sea extraño para ti. Esto puede deberse a que la gamificación ha pasado de ser una idea futurista a una realidad presente en muchas empresas.

¿Qué es la gamificación y cómo puedes usarla en beneficio de tu PYME?

La gamificación es un proceso que consiste en introducir mecánicas asociadas tradicionalmente a los juegos en contextos no lúdicos, con el objetivo de motivar la participación, aumentar el compromiso y la lealtad. Esta técnica puede aplicarse a prácticamente todos los sectores, desde la educación al marketing, pasando por los recursos humanos o el diseño de producto.

La gamificación introduce elementos presentes en las dinámicas lúdicas en contextos que no están asociados con el juego, haciéndolos más divertidos y atractivos. Las herramientas utilizadas son similares a las de un juego: puntos, desafíos, victorias, logros, recompensas, etc.

¿Puede una PYME recurrir a la gamificación?

¡Por supuesto! A pesar de que la mayor parte de las empresas que implementan estrategias de gamificación son grandes compañías, la verdad es que esta técnica puede ser igual de beneficiosa para las PYMEs e incluso para las startups.

¿Pero cuál es el objetivo final de la gamificación? ¿Hacer del trabajo un juego? ¡Nada de eso! El objetivo de introducir la gamificación en una empresa es conducir el comportamiento de los participantes hacia la consecución de una meta, fomentando así la motivación dentro de la esfera empresarial o aumentando la participación de usuarios y la fidelización.

¿En qué sectores se aplica la gamificación?

La respuesta es bastante amplia, porque la gamificación tiene muchas aplicaciones. Estas son algunas de las más comunes:

• Programas de formación y desarrollo de empleados;
• Cuestionarios para empleados y consumidores;
• Programas de fidelización de clientes;
• Estudios de mercado;
• Experiencia de cliente;
• Compras online y seguimiento postcompra;
• Marketing digital;
• Gestión de proyectos y equipos.
  
  

Por supuesto, fuera del contexto empresarial, la gamificación ya se usa en una amplia variedad de áreas, como por ejemplo en los juegos educativos (para niños y adultos) o en aplicaciones para fomentar el ejercicio físico o la alimentación saludable.

¿Qué técnicas se usan para implementar la gamificación?

Como ya hemos mencionado, la gamificación no es diseñar un juego, más bien se trata de aplicar la mecánica del juego a las soluciones empresariales. Siguiendo este modelo, hay varios elementos que no pueden faltar:

• Definición de objetivos;
• Competición con otros usuarios;
• Colaboración con otros usuarios;
• Medallas o insignias y logros;
• Feedback para apoyar y animar al usuario;
• Niveles, rankings y puntos.
  
  

¿Y el impacto en la productividad?

Uno de los puntos donde la gamificación tiene mayor impacto es en el compromiso y la motivación de los empleados, lo que se traduce en una mayor productividad.

Imagínate que tu equipo trabaja en diversos proyectos y todos los días hay objetivos que alcanzar en cada uno de esos proyectos. Una buena forma de implementar la gamificación, y por tanto, de aumentar el compromiso y la cooperación entre los empleados, podría ser la creación de una app que todos pudiesen instalar en su pc o smartphone y acceder cada vez que terminasen una tarea.

Aquí hay muchas posibilidades para hacer que el "juego" sea más divertido y motivador, como crear recompensas atrayentes. Por ejemplo, cada vez que un empleado presente un proyecto o finalice una tarea dentro de la fecha límite, gana puntos y se clasifica en un ranking junto a otros compañeros de trabajo. Al final, los puntos acumulados podrían canjearse y el mejor clasificado tendría derecho a un bonus.

Lo más importante es comprender qué recursos tiene tu empresa y cómo puedes aplicarlos en una estrategia de gamificación. ¡Verás como rápidamente obtendrás beneficios!

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