Aún queda mucha brecha por reducir, pero cada vez hay más mujeres emprendedoras en nuestro país. Es la conclusión del estudio Spain Startup-South Summit, que señala que el 22 % de los cargos ejecutivos y directivos de las startups nacionales corresponden a mujeres. Es la primera vez que esto sucede. Esta cifra es 4 puntos superior a la lograda en 2017, cuando alcanzaba el 18 %. Todavía queda por confirmar si se trata de un necesario cambio de tendencia o si, por el contrario, tan solo responde a una mera casualidad.

Tantas mujeres emprendedoras como en Europa

El avance de las mujeres en los puestos de mando de las startups españolas significa un acercamiento a las medias europea (23 %) y latinoamericanas (24 %), aunque todavía nos queda un largo camino por recorrer. ¿El motivo? La dominancia del perfil masculino entre los emprendedores, que responde a un varón de algo de 36 años y con formación universitaria en la amplia mayoría de los casos y un currículum plagado de experiencias profesionales e intereses por la innovación y el descubrimiento de nuevas oportunidades de negocio.

Una de las razones por las que las mujeres emprendedoras podrían avanzar en el acceso a los puestos directivos reside en la posible aprobación de una ley de paridad que obligue a todas las empresas, también a pymes y startups, a contar con consejos de dirección y puestos de responsabilidad totalmente paritarios. Sobre todo, si tenemos en cuenta un dato que resulta de lo más interesante: el 68 % de los proyectos iniciados por mujeres emprendedoras terminan siendo viables, por el 48 % de los negocios lanzados por varones. Datos que chirrían si se tiene en cuenta que solo uno de cada tres ejecutivos en la Unión Europea es una mujer y que sus sueldos representan tan solo el 75 % de los ingresos que percibe un hombre.

En España, eso sí, el sueldo de las mujeres emprendedoras con puestos de responsabilidad sigue siendo inferior al de sus colegas varones. En concreto, un 16,2 % frente al 23,4 % de media continental, según datos de Eurostat.

Cada vez fallan menos iniciativas empresariales

Más allá de la necesaria igualdad y del progreso de las mujeres emprendedoras en los puestos de mando, el informe Spain Startup-South Summit de 2018 arroja una serie de datos a tener en cuenta. Para empezar, cada vez fallan menos empresas de este tipo. Hemos pasado de ver cómo el 62 % de las startups españolas se quedaban por el camino a reducir dicha cifra hasta el 55 %. La reducción es significativa: un 7 % en un año.

A ello hay que sumar otros datos positivos sobre el panorama emprendedor español. Las startups de nuestro país empiezan a entrar en su etapa de madurez (alcanzan una media de vida de casi dos años y medio), mientras que una de cada cinco se encuentra en fase de expansión. La mayoría, pertenecientes al ámbito de las nuevas tecnologías.

El fortalecimiento de estas empresas se refleja en sus resultados: el volumen de negocios ha crecido un 17 % y la suma de todos ellos refleja un resultado positivo antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (EBITDA). Asimismo, contribuyen a la creación de empleo (cada startup cuenta con siete trabajadores de media) y el objetivo del 80 % de emprendedores es cerrar nuevos acuerdos de negocio para seguir aumentando sus plantillas.

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