Personas y Liderazgo

¿Sabes qué es el Design Thinking?

por Sara Martínez | 12 septiembre, 2018

¿Te gustaría descubrir las ventajas del Design Thinking para tu negocio? Es clave para descubrir las reacciones de nuestros potenciales clientes ante un nuevo prototipo o lanzamiento, averiguar cómo afrontar todo tipo de problemas, iniciar aventuras empresariales más ambiciosas, empatizar con nuestro público objetivo, generar nuevas ideas y modelar un nuevo tipo de usuario capaz de interesarse por nuestra cartera de productos y servicios. El Design Thinking es clave en todo departamento de diseño de producto o de generación de nuevas ideas de negocio.

 

Garantizar una buena experiencia de usuario es esencial para que nuestros productos o servicios alcancen el éxito. Así las cosas, se torna en fundamental para toda empresa, ya que nos ayuda a resolver los problemas que esos productos o servicios pudiesen tener a través de la estrategia o el punto de vista de un diseñador.

 

 

Grandes ventajas de Design Thinking para tu Negocio

 

El Design Thinking, nacido en la Universidad de Sanford (California), es un método basado en descomponer un problema en partes más pequeñas. El objetivo no es otro que analizar en profundidad y junto a todo el equipo los distintos aspectos relacionados con el producto o servicio. Es necesario abordar este asunto de una forma empática y sin mirar el reloj. Así, estaremos más cerca de dar con la tecla y de alcanzar el éxito.

 

Hay que recordar que el Design Thinking se centra exclusivamente en el usuario y en su experiencia de uso, motivo por el que estamos obligados a ponernos en su lugar y ser críticos con lo que estamos ofreciendo. En definitiva, preguntarnos abiertamente y sin tapujos si de verdad nuestro producto o servicio cumple realmente con las expectativas del público. De esta forma, el Design Thinking dará sus frutos: saber qué piensan de nosotros nuestros clientes, conocer cuáles son sus necesidades, adaptar nuestra cartera de negocios y generar un modelo de negocio mucho más rentable al saber qué precisan en cada momento.

 

 

Etapas de Design Thiking

 

Podemos dividir todo este proceso en cinco etapas: comprensión, definición, ideación, prototipado y testeo. Todas ellas nos ayudarán a diseñar una idea de negocio que responda realmente a las expectativas de los usuarios.

 

La fase de comprensión es clave. Gracias a ella, los diseñadores pueden descubrir cuáles son los intereses de los usuarios. Es necesario que se identifiquen con ellos, que sean capaces de ponerse en lugar para averiguar sus necesidades y sentimientos. ¡No todo es analizar datos y más datos! También hay que pensar las personas: cuándo podrían necesitarnos, qué tipo de vida llevan, las dificultades que atraviesan y cómo podríamos ayudarles. En definitiva, debemos escuchar atentamente todo lo que nos van a decir y tener paciencia.

 

Después llegará la etapa de definición, que consiste en revisar toda la información que hemos recopilado durante la fase de comprensión. Todos los datos son relevantes, pero tenemos que aprender a quedarnos con lo que de verdad importa. ¡No podemos solventar todos los asuntos de nuestro público! Así las cosas, tenemos que aprender a descubrir oportunidades de negocio en los problemas de nuestra audiencia.

 

El tercer paso consiste en la ideación, en la creación de propuestas cuyo objetivo sea dar respuesta a esas necesidades. Debe participar todo el equipo y es muy importante tener en cuenta todas las ideas que se expongan. De ese brainstorming saldrá luego la mejor opción.

 

Durante el prototipado, ya sea físico o digital, haremos que todos esos planteamientos se unan y queden reflejados en un producto o servicio. Es muy importante realizar pruebas con el prototipo, hacer que los usuarios experimenten con él y realizar los ajustes necesarios, algo que, de hecho, no suele suponer un gasto excesivamente elevado para las empresas. De hecho, adoptar este método suele suponer alcanzar una mayor rentabilidad empresarial a medio y largo plazo.

 

Por último, el testeo. Es necesario probar nuestro prototipo para comprobar que nuestra idea realmente se adapta a las necesidades de los usuarios. Es muy posible que tengamos que realizar más cambios antes de lanzar el producto o servicio final. De todas formas, ¡no desesperes! Es la única forma de ajustarnos a las dificultades que atraviesa nuestro público objetivo.

 

La implementación del Design Thinking en tu negocio hará que descubras una nueva forma de buscar soluciones a los problemas y las preguntas a los que nos enfrentamos. Fomentarás tu pensamiento visual, creatividad e innovación para encontrar novedosas soluciones a los viejos problemas de siempre o nuevas y mejores formas de hacer tu trabajo.

 

Y es que este método puede emplearse con éxito en cualquier industria, no solo en tecnología o diseño. Para ello tendrás que poner al usuario en el centro del proceso, formar equipos multidisciplinares y tener en cuenta todas las voces dentro de tu empresa. Ello hará que mejores la capacidad de empatía de tu empresa, un aspecto clave para comprender e identificar las necesidades de los usuarios, y que tengas una visión más clara de los ajustes que precisa o precisará tu producto o servicio.

 

 

Excelente a la hora de iniciar un negocio

 

Aplicar los conceptos de Design Thinking es clave a la hora de iniciar un negocio. ¿El motivo? Conocerás las necesidades de tus clientes incluso antes de que sean conscientes de ellas, algo básico para que tu empresa prospere.

 

Eso sí, el camino hacia el éxito depende de otros muchos factores. Por ejemplo, la correcta gestión de tu negocio. Por ello, debes contar con una herramienta que te permita simplificar todos los procesos a los que tendrás que hacer frente. Jasmin es un programa de facturación y gestión para autónomos y pequeños empresarios que desean simplificar todas estas tareas sin renunciar al trabajo bien hecho. ¡Pruébalo ya!

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